martes, 18 de septiembre de 2018

Fuerte como la muerte es el amor - Diana Bellessi

En la boca del amor

¿Dónde estás hornerito color naranja
de Santa Caterina bello a no poder más?

¿volando estás o buscando las borlitas
de barro para hacer tu nido mientras riego

llena de felicidad aquí en el pueblo
de Zavalla adonde he venido por banderas

que desconozco y reconozco en vos, pajarito,
con tu casa en lo alto de la torre de luz

casadito de por vida y con hijos hermosos
que volarán hacia otro palo cerca de aquí

en Brasil o en Argentina, o en toda Sudamérica
haciendo nido como ahora lo hago yo?

¿para cantar a dúo con tu pareja
chiquito mío, para cantar nomás en el

firmamento ha sido que tu vida se junta
con la nuestra de ojos marrones y mansos

como son los de Belkis en la boca del amor?


Y la poesía atrás

Un bichito negro entró por la puerta
y creyéndolo un cascarudo le tiré
la toalla para sacarlo, entonces
empezó a gritar: cuik cuik violentamente
hasta que lo solté afuera, dice
la tía Porota asombradísima
de que el bicho hablara, y tan fuerte!
me dice mientras ríe contándome
el suceso del día y vuelve a contármelo
después agregando detalles: nunca
oí a un bicho quejarse, cuik cuik
como si me pidiera que lo dejara
ir, nunca en mis ochenta y eso que estoy
un poco sorda, me decía, con la
risa abierta ante el misterio sin igual
la tía más querida en este pueblo
de Zavalla, que me llamó a las ocho
para tomar juntitas unos mates
y contarme al final del día esta
historia fenomenal, cuik cuik gritaba
el bicho hablando con la tía, porque
sabía ella lo escuchaba, y la poesía
atrás.

Fuerte como la muerte es el amor, Diana Bellessi, Adriana Hidalgo editora, 2018.




miércoles, 6 de junio de 2018

Geología de Claudia Masin

De pequeña
probablemente pensara que la geología
era la ciencia que enseñaba a vivir en la tierra.
Geo, tierra, logía, ciencia. Era razonable,
y desde entonces Yo voy a ser geóloga
cuando sea grande, informaba,
como quien dice voy a averiguar sola
lo que nadie me sabe contar,
voy a clasificar todos los géneros
de dolor que conozco como si fueran piedras.
-Tal vez en los manuales -me decía-
entre fallas y estalactitas aparezca en una foto
yo con mi disfraz de explorador
y en una nota al pie, esta descripción:
nena de piedra hallada en una cueva
muy al norte, casi escondida,
el cuerpo cubierto de palabras talladas,
por el tiempo transcurrido, incomprensibles.



jueves, 18 de enero de 2018

El verde - Alicia Genovese

Amanece con lluvia
los primeros sonidos de la casa
son los crujidos de la madera
y su perfume, el primer olor;
hay árboles aunque aún no estén
abiertas las ventanas
Cualquier gajo brota
bajo este régimen de mareas
y humedad persistentes:
un fresno
macheteado
casi al ras del suelo
ha vuelto a crecer;
una rama de álamo usada
como estaca para colgar
una boya, se reabre en hojas,
vuelve a ser un álamo;
un sauce caído
hizo otra raíz con su tronco
y convierte la entrada
en un arco de sauce
El desmonte es continuo:
zumbidos de machete,
la sierra que resuena
desde lejos
y sin claros
ni camino de sirgas
el escondido territorio
salvaje reaparece:
brotes dormidos
de malezas y enramadas,
un secreto
de semillas al calor;
las crecidas, las lluvias
el agua socavante de las islas 
al verde, lo devuelven