martes, 21 de octubre de 2014

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Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.



lunes, 20 de octubre de 2014

Deidad

Deidad
                                                 A mamá

Cada día te levantás
mujer de ojos café
y aunque el peso de tu alma
duela, nada te detiene
y ofrecés un sol en bandeja
con la sonrisa justa
cuando la tormenta
cae y desparrama los sueños.



sábado, 18 de octubre de 2014

MONTANDO EN CÓLERA

El martes amaba con alguien
que el miércoles me hizo
notar que no andaba para eso.
Cuestión de carácter, me dijo, y me
atraganto, me ahogo,
salgo de respiración, de contracanto.
De un tiempo para otro
los idiomas se cierran, la ambición
vigila, y hace algunas morisquetas.
Rabia por el desencontrado
calor que muere entre el martes 19 
y el miércoles 20 a la misma hora.


Francisco Urondo


jueves, 9 de octubre de 2014

el octavo día

Bicicleta

Lanzarse barranca abajo
el ruido del viento en los oídos
en el pelo
en el corazón latiendo a mil
porque de eso se trata:
tener un corazón latiendo a mil.

Divertimento

Como una chica joven que sale
baila y canta 
así mi corazón


Carina Trilnick

miércoles, 8 de octubre de 2014

Divergencias

Una palabra cualquiera
no es una palabra cualquiera,
no se parece al cuerpo que la dijo,
no tiene manos, ni pies, ni amora
como un mortal. Lo que nombra
tiene mares que llevan lejos.
A su casa todos pueden entrar
y su tiempo no cesa
en cada boca. Espera
viajes por el agua oscura que 
lleva tu nombre.

Juan Gelman

martes, 7 de octubre de 2014

La ilusión

Cuando es temprano en la mañana
y el juego de las sombras apacigua
misterioso los fondos de la casa,
cuando la brisa no inquieta sino
que parece respiración viviente
entre las hojas, cuando el verde emerge
de su cauce oscuro y navega
hacia el verde inocente de la luz,
cuando todo despierta y después
se aquieta engarzado al silencio
temprano del día y suave y monocorde
grazna a lo lejos una gallineta,
cuando se hace por un momento el raro
equilibrio, frontera de la noche
ganada por el alba y es sereno,
es promesa, cuando nada esperamos
y cada segundo pesa en su bella 
intensidad, pudiéramos ser felices.


DIANA BELLESSI

lunes, 6 de octubre de 2014

Desde las nueve

Las doce y media. Qué rápido pasó el tiempo
desde las nueve en que encendí la lámpara,
y me senté aquí. Sentado sin leer,
sin hablar. Con quién hablar,
yo solo en esta casa.

La imagen de mi joven cuerpo,
desde las nueve en que encendí la lámpara,
apareció y me encontró y me recordó
habitaciones cerradas, perfumadas,
y placeres antiguos —¡qué placer audaz!
También trajo a mis ojos,
calles ahora irreconocibles,
lugares plenos de vida que ya no están,
y teatros y cafés que alguna vez existieron.

La imagen de mi joven cuerpo
apareció y me trajo tristezas;
lutos familiares, separaciones,
sentimientos de parientes, sentimientos
tan poco apreciados de los muertos.

Las doce y media. Cómo pasó el tiempo.
Las doce y media. Cómo pasaron los años.

1918

Konstantinos Kavafis
















viernes, 3 de octubre de 2014

mai tumi noon

esmeradas letritas
se lleva el viento en la ventana
me cercan en jeroglífico
las espontáneas no quieren cuerpo
siento el zoom

me dejan despierta
y su belleza
no está en la hoja

De Rebenque en flor, Ediciones del Citrino, 2011.

Ana Iniesta

miércoles, 1 de octubre de 2014

Una nadadora cruza las 103 millas

Una nadadora cruza las 103 millas
entre Cuba y Cayo Hueso,
sobre el atardecer encendido del mar Caribe;

desde un kajak alejan
a su alrededor los tiburones
con un aparato que emite ondas;

usa unas antiparras que permiten
la visión nocturna y a eso se limita
el despliegue tecnológico.

Cuando hunde la cabeza al nadar sucede
lo que importa: el ser frente al obstáculo elegido
para probar que es.

Se llama Diana Nyad
y ya cruzó
desde Bahamas, batió récords.

Tiene 61 años y no se detiene
mas que para beber unos minutos
en el apuro de esa inmensidad.

Cuando nada parece no haber llorado nunca,
cuando nada parece que la melancolía no le
                                                               /hubiese roto
los deseos nunca.

Cuando nada la fuerza
no es solo atributo
de los dioses.

Pero la marea en contra la obliga a desvíos hirientes
mientras el agua brilla
como una autopista interminable en la lluvia,

como una hoja de filodendro agigantado por la
                                                                              /lluvia
y el fracaso ahueca el aire
como un graznido.

Si abandona, la meta permanecerá, invisible
en la mañana después del cansancio,
en la noche anterior de la necesidad;

cuando crece la necesidad no hay sal, ni sed, ni sol
enceguecedor que melle
la voluntad de ir.

Pero ella nada ahora. Es dura, entrenó, bracea,
no se desgastó en lo inútil;
tiene 61 años y toda una vida de nadadora.



Alicia Genovese













De su libro, Aguas, Ediciones del Dock (2013).