Las doce y media. Qué rápido pasó el tiempo
desde las nueve en que encendí la lámpara,
y me senté aquí. Sentado sin leer,
sin hablar. Con quién hablar,
yo solo en esta casa.
La imagen de mi joven cuerpo,
desde las nueve en que encendí la lámpara,
apareció y me encontró y me recordó
habitaciones cerradas, perfumadas,
y placeres antiguos —¡qué placer audaz!
También trajo a mis ojos,
calles ahora irreconocibles,
lugares plenos de vida que ya no están,
y teatros y cafés que alguna vez existieron.
La imagen de mi joven cuerpo
apareció y me trajo tristezas;
lutos familiares, separaciones,
sentimientos de parientes, sentimientos
tan poco apreciados de los muertos.
Las doce y media. Cómo pasó el tiempo.
Las doce y media. Cómo pasaron los años.
1918
Konstantinos Kavafis |
Certera poesía.
ResponderEliminarSaludos.