martes, 26 de marzo de 2019

Si voy, intensa - Gabby De Cicco


“La poesía no es lujo” Audre Lorde.

Si voy, intensa,
en mí encuentro
una primera mujer,
despedazada.

Así me vi desaparecer
en la tela que me devoraba.
De pie, tambaleante, intenté
descifrar las señales de ruta:
no estaban en mi lengua.

Dije luz y no fue la luz.
Dije vida y algo, se secó.

Pensé, entonces, en pensarme,
y algo como un dibujo
comenzó a plasmarse.

Una primera
persona singular: carne
y huesos.

Supe que debía ser otra
la lengua: la constitución
posible de mi cuerpo;
los nombres que finalmente
me integraran al nuevo orden.


Queerland, Gabriela De Cicco, Argentina.





OPUS MAGNUM - María Cristina Santiago


“Debemos estar inmóviles y sin embargo movernos” T.S.E.


Ya que no tengo una Magnum 44
decido leer a Eliot.

Me aburro en esa complacencia
y del “inmóvil
punto que gira”.

La quietud merece ser
la parte enferma de una posesión.
Elijo el infierno. He pasado la noche
casi monja.
La “Consolata” asfixia, señora Lázaro.
Soy más vieja que un diapasón
en la boca del estómago.
Bueno, llevamos la ventaja
de cortar el tiempo.
La muerte se asoma por la manga
de una casa que no tiene portal
y corre hacia mi garganta.

Quiero hacerlo de nuevo.
Me pedís que te lea:
“la primera vez que sucedió
tenía diez años”
Ahora hay más hielo en la piel
y en la mano fruición, luz que desciende
directamente al carro de la basura.

Desde la ventana de un primer piso
voy arrojando junto con mis dientes
trajecitos usados por mis hijos
y dieciocho pares de zapatos.

Me he cambiado de cuarto.
Cuerpo que se divide ya no duerme
debajo de su padre.
Lo siniestro aguarda frente al espejo.
Entre el borde y la otra costa
donde aguaviva el hombre equivocado
vela, me desvelo. A la hora de la madurez
no hay flor más súbita que la sorpresa
de despertarse nadie.
He descansado veinte años
¿Cómo renunciar a lo digno de confianza?
Los niños se bañaron en el mar, vestidos
y del verano recuerdo sólo
el último verano. Una calle
que seguro no es Ámsterdam
donde se traficaba vino blanco.
No por la eternidad estoy bebiendo.
Ah, precio, el deseo victoriano
en la más larga
noche de la estación más larga.
En mi cabeza sin corona
demorado el temblor depositó
su delicada baba
de biyouterie.
Afuera hay sol. –No hagás teatro.
Tacho mi boca.
Al margen escena de un funeral
que me he aprendido de memoria.
Por la ventana arrojo
basura, bolsa con palabras.
¿Por qué no el silencio?
Olor a gas resulta muerte sucia,
me asesoro.
O tal vez Magnum valga, punta
de lápiz, bala. Pasa de refilón
y otra vez sangre,
ya ni la mucama, en esta casa
otorga importancia a las paredes.

De mi pasado cuenta sólo
lo que escribo. ¿Lo intentaré otra vez?
En una bolsa negra,
el cuerpo en equilibrio, Lázaro.

María Cristina Santiago, Buenos Aires, Argentina.






lunes, 25 de marzo de 2019

No esperes que me anuncie - Marta Cwielong

el cazador no puede
ni con el pensamiento
alcanzarme
hacerme el amor

***

llueve sobre los párpados
cuando el amor se termina

***

no esperes que me anuncie
como mariposa me posaré en tu vida


Marta Cwielong. Buenos Aires, Argentina.

Cuerpos antes del olvido - Yirama Castaño Güiza

El sueño de la otra
III

Creí saberlo todo
cuando me miré a los ojos
por primera vez.
Detrás de mí
estaba la marioneta.
Aquella que aguantaba con sus dientes
los hilos de mis brazos.
Aquella que empujaba con su lengua
mi cabeza hacia atrás
y hacia adelante.
Aquella que dirigía mis pasos
con sus manos,
empujando las caderas con un dedo.
La que pegaba su torso a mi espalda
para hacerme mover.
En fin, la igual a mí, la otra,
la que permanecía entre las sombras
mientras doblaba mis rodillas
con sus pies
hasta hincarme.

En los labios de la noche

Hay algo ahí
en los labios de la noche
en la estela de sus horas
en lo profundo de su cráter
que me llama

Hay algo que se acerca
en la larga espera,
una luz a la deriva
aparece en la montaña

Hay algo ahí que no veo
un poema
un soplido
una hebra de vida
una pestaña.

Yirama Castaño Güiza, nació en Socorro, Santander, Colombia. Poeta, Periodista y Editora.