El martes amaba con alguien
que el miércoles me hizo
notar que no andaba para eso.
Cuestión de carácter, me dijo, y me
atraganto, me ahogo,
salgo de respiración, de contracanto.
De un tiempo para otro
los idiomas se cierran, la ambición
vigila, y hace algunas morisquetas.
Rabia por el desencontrado
calor que muere entre el martes 19
y el miércoles 20 a la misma hora.
Francisco Urondo |
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