¿Había algo más importante?
Vuelan los ánsares
de aquí a la Luna, al Lejano Palacio.
¿Es que la vocación de ser felices
no era en nosotros lo bastante fuerte?
¿O había algo que hacía que supiéramos
que todo aquello no podía durar?
Pero tampoco la vida durará para siempre
y no por eso desdeñamos vivir.
¿Por qué, entonces, terminó?
¿Y cuánto hay que volver para dejar de ser?
ResponderEliminar