VOLVER A EMPEZAR
No es para tanto. Te ayudaré. Recoge los granos de maíz. Los
cantos rodados.
Las cartas, aquel pañuelo rojo, la hoja del
diario atrasado
donde se ofrece un empleo, un poco de
arena o de
tierra, la cuenta del hotel y la maleta desfondada.
Te has quedado mucho tiempo de pie, sin tocar el
timbre. Eso es todo.
CUALQUIER VENTANA
vas a ordenar por fin tu cabeza
hablar claro entender
entenderte
vas a tener revelaciones
en tus manos
vas a comprender por fin
en la oscura mañana
la libertad de no esperar
de no culpar ni culparte
vas a ocupar con el mismo interés
cualquier ventana
harás tuyo por fin cualquier paisaje
la voz que tengas ese día
Edgar Bayley |
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