jueves, 16 de marzo de 2017

(medianoche) Susana Thénon

Si alguna vez
las palabras callaran,
no todo estaría perdido.
Y si la voz muriera
y las manos tantearan como ciegas,
la oscuridad terrestre,
no todo estaría aún perdido.
Siempre habrá un vuelo,
un asombro de luces,
un instante sin muerte, 
un acto vivo.



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