Tan colorado terminó el día
de trabajo alzando una pérgola,
exhausto estaba y sentadito
bajo el porche de su casa dijo
mirando el cielo: “es éste un sol
de justicia”, y como si el cansancio
se le fuera, se rió, contento
del trabajo y de la frase, yo,
colorada también por leer
unos poemas de Viel olvidándome
del solazo a mediodía reí
en franca comunión con la frase
antigua, con el amor que viene
de repente y se lleva todo,
desconfianza o palidez del alma.
Del libro Tener lo que se tiene.
Diana Bellessi |
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