Después de un gran dolor, uno se hace formal —
Los Nervios se apoltronan, como Tumbas —
El Corazón ya tieso se pregunta
Si fue Él quien lo pudo soportar,
Si fue Ayer o hace Siglos.
Los Pies, igual a autómatas, recorren —
En el Suelo, en el Aire, en el Vacío —
Un sendero de Bosque
Que ha nacido al descuido,
Resignación de Cuarzo, como piedra —
Es la Hora de Plomo —
Si se la sobrevive, es recordada
Como quien soportó Nieves glaciales —
Frío — al principio — luego Aturdimiento —
Después dejarse ir —
Emily Dickinson (versión Ricardo H. Herrera) en Ínfimas Finuras, Traducciones del Dock.
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