Abrazar el viento
No sé si esa luz que te envolvía,
como de mediodía de verano,
junto a aquel río dentro de mi sueño
era la juventud.
Sentados en la orilla,
hablábamos tranquilos y los rostros
de todos los que amamos
caían por aquella claridad
en rayos vaporosos.
¿Nacíamos de nuevo,
estábamos de paso, descansábamos
de otro nacimiento? No lo sé.
Reíamos, hermano,
como si la vida entera fuera nuestra
y ella también riera con nosotros.
Hoy quiero acordarme de ese sueño
para combatir todo miedo,
para vencer toda caducidad,
para pasar por este viento
caminando, hermanito,
para abrazar este viento
sin temor.
Del libro Últimos veraneantes de febrero, Bajo la luna, 2020.
Sonia Scarabelli, Rosario, Santa Fe, Argentina.
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